Yo he visto cosas que vosotros no creeríais..., atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la
puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia... (Blade Runner)
(En la imagen Daniel Alfredo Céspedes Vargas)
Vi que esos momentos eran
eternos… en el tiempo breve
La lluvia
me empapaba hasta los huesos pero eran lágrimas
y los huesos se ablandaron hasta la médula pero era mi patria.
Vi las aguas del Adriático
y los muertos líquidos de Ezra Pound.
Vi la próstata de Neruda
escondida en un caldillo de congrio.
Vi como veía Borges, pero
era Cortázar quien miraba.
Vi el cruce de Los Andes con
caminantes vivientes
y eran Dos Cientos Mil los
pálidos como la nieve.
Vi Tannhäuser, Grimaldi y
Tres Álamos.
Vi fusilamiento de niños. Eran
136 los angelitos.
Vi el pesebre de navidad
en un septiembre de La Vega.
La vaca del pesebre con
su mancha la cantó Zurita.
El burro del pesebre preguntaba ¿Cuánto sabe usted?
El buey del pesebre tiritaba de miedo. Pensaba en la hecatombe,
Y vi lo tres reyes magos + uno, sumando púas en el alambre.
Vi la casa de la virgen
allá en Éfeso. Éfeso es como Collihuay.
Vi a Mario Benedetti flagelando cada verso con su insomnio.
Vi los pechos de mi madre
quemados por cigarros.
Vi mis lágrimas calientes pidiendo
perdón en el mural de Siqueiros.
Vi el Espíritu Patriótico reptando
sobre cráneos y vísceras
y en la Catedral de
Concepción me prendí fuego.
La cruz no tenía INRI, tenía POR QUÉ.
Vi golpizas en el Chiflón
del Diablo.
y fracturas en una Casa de
Campo.
Soñé con la Patagonia y sus exterminios.
Vi mutilaciones, quemadura, mordeduras, colgamientos
y vi que
era en zonas genitales.
Vi amenazar hijos,
cónyuges, padre y madre.
Vi simulacros de fusilamiento en la quema de Judas
Vi humillaciones y
vejámenes
Vi comer basura y
excrementos al fondo del barco
Vi desnudamientos en las rocas del desierto
Vi las violaciones, manoseos
y abusos con los perros.
Vi la asfixia, la cámara
de gases y no era el Tercer Reich.
Vi a Guajardo vomitando y
a JakTong partido en dos.
Vi a mi hermano parado en
la V de la victoria.
Vi a Su Excelencia con
anteojos oscuros.
Vi la nube posada
en el agua quieta del Estrecho de Magallanes.
era isla Dawson en el horizonte y era oscura
Vi a Tres Padres Nuestros
y más de mil Ave María.
Por mi culpa por mi culpa
por mi grandísima culpa.
Vi camiones
frigoríficos y al Maipo atracando en el puerto de Pisagua.
Creí ver las velas desplegadas de la Dama Blanca
pero eran encaladas momias nuevas en el Desierto de Atacama.
Vi cadáveres igual como
los vio Néstor Perlongher nacido en Avellaneda,
en la provincia de Buenos
Aires. Argentina.
El feto, La abuela, La suegra, La tía,
Yo también los vi.
¡Hay cadáveres, chileno! Era la voz del Che.
Y al Lucho Fuenzalida
tragándose las plumas del culo Maldonado.
Vi el Festival de Viña.
Vi que pronunciar era decir
bombazo en nuestra casa.
Vi a Eduardo Frei Montalva
desnudo boca abajo colgando en una
escala.
por la nariz botaba un
líquido amarillo vaticano.
Vi al Nuncio volando en pedacitos.
Los pedacitos eran las palomas.
No era Carlos Prat, Letelier
ni siquiera el Hermano Bernardo.
Vi que sus amigos miraban para
el lado y vi el reNuncio.
Vi un teniente coronel que
los domingos podaba sus rosales con pantuflas.
Vi una rata en un tubo de
PVC ensartado en la vagina de María Claudia
para que arañara el punto
G que era excepcionalmente inmaculado.
Vi un almirante haciendo
un brindis con un cáliz.
Vi períodos de excepción,
personas de excepción, situaciones de excepción
y naturalmente; excepciones.
Vi a 176 niños de 13 años que
fueron torturados.
Vi Tres Mil 621 mujeres que
se atrevieron a contarlo
una vez, dos veces, tres veces y nadie les creía.
Vi que se legislaba sobre el
hilo curado para evitar degollamientos
Vi diputados, senadores, ministros
y rectores. .
Vi miembros de las Fuerzas
Armadas
y en el lustre de sus bototos
sacros se peinaban sus patrones master.
Vi intendentes,
funcionarios, periodistas,
Vi profesores y
académicos,
Vi sacerdotes, dirigentes sociales y políticos,
Vi artistas, estudiantes y
agricultores,
Vi dueñas de casa, indígenas
y obreros,
Creo que los vi a casi
todos incluyendo a la Pincoya
se me confundieron los muertos
familiares con los muertos del Estado
y me vi muriendo antes de nacer.
Vi Mil 136 centros de tortura y detención.
Vi a 200 Mil marchar hacia
el exilio.
Vi a 13 señoras parir hijos de sus violadores.
Vi un NO al aborto
y los que estaban por la
vida NO fumaban NO pisaban el pasto.
Y NO fui feliz ni con los
rezos en latín del cura Hasbún.
Vi a Florcita Motuda
afinando una canción de festival.
Vi que muchos no volvían
de sus catres
También apareció la Virgen
de Peñablanca pidiendo rezos
más sermón y más
humillación en la boca del cura de mi pueblo
un tal Fernández y español.
Después la virgen se cambió de sexo.
Vi - ya sin párpados - jueces curcos mirando para
el lado en el otario.
Vi a los médicos con jeringas
que goteaban El Mercurio repitiendo;
hago mi trabajo.
hago mi trabajo, proceso mi faena.
Vi la patria en un halo, allá en el cielo
- una vez más –
pariendo al hombre nuevo
Y bajo la cama del hospital naval
con su vientre abierto.
vi los fetos nuevos
desfilando desde la uterina catedral
y vi que eran todos
flacos, hambrientos y que no valían nada.
Más valía estar muerto
pero ninguno de esos
miserables se moría
administraban sociedades,
financieras y academias.
Vi los diarios y sus
dueños, sus camiones y sus balas.
Vi como un país se
deshacía en excremento Fiesta Patria
mojones y mojones de esos
hombres desfilaban y flameaban con sus corvos
en las pantalla de televisión
en blanco y negro.
Será para mejor, profetizaba
Yolanda Sultana.
Vi mucho fútbol y boxeo y
bostezos
el Festival de la Una y el
Jappening con Ja y Sábados Gigantes
En la cátedra de vida
aprendimos Farándula Uno.
Vi al soplón y al traidor
Vi a Silver Stallone, Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger
Vi que los dormían
Vi que les amarraban rieles
Vi que los subían a bordo
Vi que los soltaban al
abismo del mar
y se salvaban
Y vi a Cecilia Bolocco como la niña de la película.
Vi televisión, vi que me gustaba el pop corn
Vi Alien, El Depredador y
Chucky; el muñeco diabólico.
Vi a mis hijas que venían, ya nacían y no las quise.
Vi un eclipse en la oruga
militar y a Chemo de uniforme.
Vi que lo veía
- luces bien amigo - le dije.
Qué tonto se veía y cuánto
miedo daba.
Vi un pelado que era como
un árbitro de misa diaria y nos saqueaba
hace poco merecidamente lo
mataron al pelado
por el prontuario de agravios
que tenía.
Vi como miraban los perversos y
mis tíos
mis primos que eran jueces.
Nadie.
Nunca.
Nada.
Creí que tenía fantasías
y me levanté.
Y seguí adelante
pues tenía problemas
personales que resolver:
Vivir,
vivir con todo eso cargado en la memoria.